Su función específica es permitir o interrumpir el paso de la corriente a las bobinas de los contactores o a los elementos de señalización por lo cual están dimensionados únicamente para intensidades muy pequeñas. Los tipos más comunes son: Instantáneos: actúan tan pronto se energiza la bobina del contactor, se encargan de abrir y cerrar el circuito. Temporizados: actúan transcurrido un tiempo determinado desde que se energiza la bobina (temporizados a la conexión) o desde que se des energiza la bobina (temporizados a la desconexión). De apertura lenta: el desplazamiento y la velocidad del contacto móvil es igual al de la armadura. De apertura positiva: los contactos cerrados y abiertos no pueden coincidir cerrados en ningún momento. En su simbología aparecen con dos cifras donde la unidad indica: 1 y 2, contacto normalmente cerrados, NC. 3 y 4, contacto normalmente abiertos, NA. 5 y 6, contacto NC de apertura temporizada o de protección 7 y 8, contacto NA de cierre temporizado o de protección.